Todos los agentes inmobiliarios deben adherirse a un código de ética que les exige proteger y promover el mejor interés de sus clientes. Sin embargo, eso no significa necesariamente que lo hagan y, como en cualquier negocio, hay malos actores.
La mejor manera de asegurarse de que está trabajando con un agente inmobiliario confiable es hablar con otras personas que han trabajado con ellos, investigar su historial de transacciones y hablar si siente que no lo están cuidando. Generalmente, una buena reputación es la herramienta más importante en el arsenal de un agente de bienes raíces, por lo que lo mejor para un agente es ser confiable y trabajar duro para sus clientes.